23 de febrero de 2009

Une Chanson

La pendule fait tic-tac-tic-tic”, chilla el parlante, y ella como anestesiada, casi en trance, mueve la cabeza de un lado al otro. Los ojos fijos en la puerta ventana, los brazos sobre la falda, la falda sobre el asiento, el asiento sobre el suelo vacío. Hace rato que el aire le pesa, huele a calor estancado, pegajoso, de ese que engrasa la piel y hace picar al cuero cabelludo. Se escucha el cosquilleo de los insectos, corriendo extasiados detrás de los zócalos mientras Chicha, calma, ausente, balbucea : “Et la jolie cloche ding-dang-dong

Mais... boum! Predice la melodía y estallan las nubes en mil pedazos, afuera, adentro. Platillos, clarinetes y una vocecita falsamente francesa se burlan de la situación: una ráfaga de viento ha abierto al ventanal y sus vidrios se esparcen por el parquet y el balcón. Reptan, caen, se suman a las miles de gotas que, disgregadas cuan peste, toman calles, suben veredas, trepan escalones, abren puertas, ventanas, arrancando cortinas que ahora flotan por doquier.

Boum! L'astre du jour fait boum”, canta y se desboca, mientras pivotea sobre su banquito de piano sin piano. Loca de contenta, revolea los brazos. Los gritos de los vecinos son de repente música para sus oídos. A través del balcón, entre vuelta y vuelta, ve caer hojas, diarios, fotos, papeles que se empastan con el agua de lluvia y caen pesados sobre parabrisas y paseantes. Huyen despavoridos los desgraciados, chocan contra los que intentan salvar sus porquerías rotas. Se escucha el correteo de la de arriba. “ Te dije que ese juntadero de porquerías lo ibas a tener que volar algún día”, le grita. Revientan floreros y miles de adornos, “adornos que adornan, al pedo”, acota.

Mais... boum! Quand notre coeur fait boum” responde la canción maliciosa, y aplasta al murmullo incógnito que entra por el balcón. Se ríe sola, escupe carcajadas al ver las desparramadas preciosidades llover y arruinarse. Mañana serán sedimentos, desperdicios callejeros, todos. Escapan como pueden, afuera, adentro. Una oleada de insectos ensombrece las paredes. Chicha se incorpora al sentir que sus pies se ahogan, que la podredumbre repta por sus medias de lycra y alcanza el ruedo de su falda. Toma el banquito de piano sin piano y lo arroja por el balcón. Tres cosas, tres pertenecían a la vieja paqueta: el banco, la radio, y el doble apellido.

Boum! L'éclair qui, lui, fait boum” explota, corre la electricidad quemando la música. Aur revoir Bolssom Dearie.

5 comentarios:

Santi T. Laguna dijo...

Caro, aceitunera, guantanamera, etc., tu excelente manera de escribación me lleva no solo a los lugares que vos querés sino a muchos más y por eso la magia. Será tu sangre, serán tus ojos o tu olor a pata.. no lo se. No lo quise saber... Todos por la escribación y clap clap... arriba! arriba! clap clap!!

Anónimo dijo...

gemela de mi novia, sin haber tomado acidos ni ninguna otra porqueria, pude sentir presente a la señora, en departamento viejo y parisino, muchas gracias

Anónimo dijo...

Muy raro. Melancólico

Anónimo dijo...

NO se cual de uds. lo escribio, pero Caro, buenisimo!!! ... Perdon por no llamar cuando estuve por alla el mes pasado!!!!!

mersenarias dijo...

ai muchachios, tantas chanchas gracias chei...es mi primer escribimiento y no miento cuando digo amigo que tenía un julepe padre de mostrarlo. asi que gracias mucha pucha por el empujón varón.
caro, la mersana